Gualicho de olvidar...
Sí, 20 años no son nada, ¿pero 25? eso ya es abuso

domingo, 27 de diciembre de 2009

Vivir cuesta vida

Vivir, ser o estar en la vida, estar-siendo un hombre, un hombre en su mundo, y continuar siéndolo, a pesar del temor al fin de la propia existencia, es una decisión. Una decisión personal.
Venimos al mundo a partir de un grado de conciencia 0, inexistente. No habíamos planeado nada, por que no habíamos. No eramos nada. Y con el comienzo de nuestros aprendizajes llega la conciencia de la existencia: esto no es igual a una "toma de conciencia sobre la existencia", sino la posibilidad de planear estratégicamente cómo seguir viviendo. Ya sea que hablemos de qué cenar o de ser senador. No importa.
Y podemos en algunos momentos, cuando no negamos la posibilidad siempre presente de dejar de existir, pensar nuestra muerte (valga lo reiterativo). Y hasta podemos decidir si morir en este instante en que lo pensamos.
Eso provoca terror. Saber que podemos terminar con todo lo que somos.
Al nacer, nació nuestra conciencia; al morir, o después de correr el velo que cubre la categoría de lo muerto, no es posible que siga funcionando. No tendría motivo alguno seguir siendo concientes de una inexistencia.
Vivir es a veces (o siempre, sin tomarlo muy en serio)una decisión de vida.

lunes, 21 de diciembre de 2009

El Rey ha Muerto

Telas doradas caen del cuerpo labrado

las migas regocijantes

los rezos se desprenden de redes rotas

iluminantes viles costumbres

de cerrar los ojos, y abrir portales.


Sucio o desprolijo,

muerto de las carreteras por dos veces

buscaste el trago fresco de cerveza.

Arrancándole balidos sin ninguna sutileza,

con más maña que esfuerzas,

amante de tu instrumento.


Dejando huérfanos a todos

el negro nunca fue tan abundante,

las ropas de tus pajes,

¡sus rostros!¡sus barbas!

se tiñe todo de poco,

cuando las palabras abrazan.


Sabemos que fuiste rey, del reinado más caliente

que fuiste amo, amor, y causa de mil revueltas

alborotaste, trastocaste del mástil

tus arpegios, artilugios de brujo.

Dedos del sentido de los ruidos.


Y el tuyo igual al mío:

Mi destino es encontrar el camino,

nunca dando vuelta el silogismo.


lunes, 14 de diciembre de 2009

El Violento Ataque de una Cucarach


No es solo una fobia (o sí, no sé cual es el límite de las fobias). Les juro que a veces sueño con ellas. Los que me conocen seguro me escucharon hablar de las malditas cucarach. No pienso terminar de decir su nombre...es una invocación, carajo.

Ayer fue el colmo. Caminaba por la Salta con mi buen amigo Garbo; hablabamos del gol de Abelairas. Y fue como la contraseña para que una de esas criaturas me salte a la cara y me camine por el cachete izquierdo. Sin poder siquiera gritar, me saco el bicho con la manita derecha, que quedó así como inmovilizada durante un rato largo. Quería desnudarme y correr a mi casa, a la seguridad de algún lado.

Seguiamos caminando rumbo a la cena en Pangea y parecía que la conversación continuaba. Mentira!, yo imaginaba que me bañaba en alcohol en gel. Me pasé tiritando toda la noche, recordando esas millones de patitas. Me dan como convulsiones, pequeñas descargas musculares que nacen de lo grotesco.

No fue la primera vez. Otra vuelta fue en mi patio. Me cayó de algún lado en el pelo, y me saque la remera y comencé a gritar. Lo peor de todo fue que no la encontré en ningún lado... tal vez sólo la imaginé. Mi psicoanalista lo sabe: les tengo tanto terror que aparecen en mis sueños, y sí, representarán otras cosas (eso también lo sé) pero nadie puede llegar a negarme que es una sensación de la mil mierda el verlas, y sentirlas cerca.

Mi hermano dice que puede olerlas antes de que aparezcan. Y me advierte. Yo salgo corriendo lejos cuando el me da la alarma. Pero, las muy culiaditas siempre me encuentran.

Y no puedo matarlas, por que lo que más odio, es como revientan.

Huyo de ellas. Y como paracaidistas del asco corporeizado me dejan un besito de la muerte con el fucking braile de su caminata alcantarillezca.

Como las odio, las detesto.

sábado, 5 de diciembre de 2009

El Hombre No Tendría Pensado Seguir Existiendo


Esas conclusiones suelen llegar cuando se camina, y se camina por las calles en contramano, de noche. Por que desvelarse en la cama es confirmar la hipótesis. Pasa cerca de los puteríos y pegá una mirada: despersonalización. En el sentido de la fugacidad del contacto, o la transformación de los cuerpos en la fuerza de trabajo, y cuando digo cuerpo, digo cuerpo. Y en última instancia, mercantilización de la sexualidad. La lógica del tener: el falo, un pene con plata. Y mirá más: no existen las miradas, solo los ojos. Es como si solo fueramos una brecha en la carne, solo una herida de navajas que dibujan trazos desde donde brota una sangre viscosa. La gente no posa la mirada cerca de los puterios. Los más pendejos o están borrachos o nerviosos, y los más viejos, están sovados, acostumbrados, hasta tal vez alienados.


Sí, también sé que no podés tener todo lo que te dijeron que debías tener y que por eso, buscás sostenerte hombrecito valiente en tu billetera. Y la prostituta? qué es de su vida? tiene algún deseo, desea? Sí que desea, por que no. Pero lo difícil es desear a ese que le paga...si no le pega. Por que es explotación capitalista, y antes del capitalismo, seguía siendo explotación. Y podría ser que el cliente la trate bien, y sueñe con rescatarla, como Augusto Remo. Y esa sí que es una fantasía para sostenerse vivo: querer salvar a la prostituta...¿y de qué se salva a una prostituta? ¿Sos Marx?¿Te conmueven los obreros, o no te exita tanto la idea de rescatarlos a ellos?


Y así como desea el hombre, también desea la mujer. No nos hagamos los pelotudos, unos oprimen más que otros, pero todos están en el juego de poseer y no dejar a nadie ser diferente.¡Y que mierda se desea! Y están los que no pueden decir que quieren de su vida, o de almorzar, o qué película ver por fuera de las que el cine top pop de Yerba Buena te ofrece.


La satisfacción es breve y concisa. Cara y precisa. Y nada más. No deseamos por fuera de lo que nos dicen que tenemos que desear. Somos tan subyugados. Tan patéticos. Y los partidos de izquierda tienen un molde rígido que es el producto en negativo del fundamentalismo del consumo. Es la moralina al mango.


Y la anarquía? ¿ser acrata? mientras tanto llegás a la plaza cerca los lumpen-bar-lupanar. Y pintás consignas y no consignas. Es arte efímero.


Todo parece una satisfacción automática, propia, casi nadie se mete en tu argumento, en tu obrita. Los mismos pensamientos, los mismos actos, producto en serie. Control de calidad: la máquina gana. Y la máquina es ese deseo que hizo todo esto.


El hombre es un construcción, el hombre-concepto. Así como fue creado, se transforma, deja de existir. Cada vez más cerca de Metrópolis.


El hombre no tendría pensado seguir existiendo, por que existir es afirmación del ser, es voluntad de existir, es deseo de estar vivo. Y sólo se desea consumirlo todo.