Gualicho de olvidar...
Sí, 20 años no son nada, ¿pero 25? eso ya es abuso

martes, 15 de junio de 2010

VIOLENTIA


Supongamos ser capaces de frenar la marcha, y poder contemplar el trazado de nuestro pies cinceles. Es el último lugar adonde llega la mandante voz de la razón. Por algo siempre me sentí a mitad de camino entre el determinismo y la libertad, entre el ser y la nada, entre tucumano y persona pensante. ¿Por dónde fui hasta hoy?
¿Qué intenté hacer de mi vida?
Tengo un poquito de cagazo metafísico, porque me volví a pensar como una conciencia sin cuerpo... y el posible desenlace en el fin de mi conciencia, en el fin de mi existencia. Tengo que reconocer que entre un dios y un no dios, no tengo lugar alguno. ¿No existen los otros, más que como mirada?
Sos capaz de creerte un cuerpo "todo pegadito, unido", pero yo dudo mucho de la intencionalidad de mis pies. Casi como si estuvieran controlados por un otro.
Tal vez los corte.
O quizá deje de caminar, para no alejarme más de mí.

miércoles, 9 de junio de 2010

Pizarnik


Ella me dice de la otra que
"Son mis voces cantando
para que no canten ellos,
los amordazados grismente en el alba,
los vestidos de pájaro desolado en la lluvia.

Hay, en la espera,
un rumor a lila rompiéndose.
Y hay, cuando viene el día,
una partición de sol en pequeños soles negros.
Y cuando es de noche, siempre,
una tribu de palabras mutiladas
busca asilo en mi garganta
para que no canten ellos,
los funestos, los dueños del silencio."

... y yo le pregunto por ella y su destino, por qué simplemente ninguna se hace de su carne, más que en mi imaginante galopada. Y yo busco ser hablado en su plasma. Pero son pocos los vientos que te silban sus versos.
Ella llega desde cualquier paro y me revienta en la nuca un conjunto:
"La que murió de su vestido azul está cantando.
Canta imbuida de muerte al sol de su ebriedad.

Adentro de su canción hay un vestido azul, hay
un caballo blanco, hay un corazón verde tatuado
con los ecos de los latidos de su corazón
muerto.

Expuesta a todas las perdiciones, ella
canta junto a una niña extraviada que es ella:
su amuleto de la buena suerte. Y a pesar de la
niebla verde en los labios y del frío gris en los
ojos, su voz corroe la distancia que se abre entre
la sed y la mano que busca el vaso.

Ella canta."

... y yo me olvido de amarla, y comienzo a amarla a ella. Y me pregunto por el motivo de estar separados. ¿Cómo se puede hacer temporalidad semejante belleza?¿Es la muerte su impronta? ¿Es encontrar buscar algo muerto?¿Puedo decir que sea un existente?
Comienzo a dudar que las mujeres sean como la Pizarnik.
Ella es más que cada una.
Ella es todas.